EL VISIONARIO DE MAZDA

Publicado el: 04/03/19

ACELERA TUS EMOCIONES Y CONOCE AL AUTO CONCEPTO “MAZDA RX-VISION” Y A SU CREADOR IKUO MAEDA, CUYO CARISMA, ENERGÍA Y PASIÓN HAN AYUDADO A CONVERTIR A MAZDA Y A SU DISEÑO EN UN AUTÉNTICO SINÓNIMO DE EXCELENCIA ALREDEDOR DEL MUNDO.



El auto concepto “Mazda RX-Vision” es en esencia una declaración de intenciones. En primer lugar, por intentar renovar uno de los motores más representativos de nuestra historia: el motor rotatorio, y por evolucionar el distinguido diseño de Mazda, llevándolo más lejos y colocando a la marca en nuevas alturas.

“Mi sueño es posicionar la marca en lo más alto; convertirnos en una marca realmente exclusiva”, explica Maeda. “Quiero que Mazda sea sinónimo de excelencia: la máxima calidad en cada producto, así como un extraordinario servicio en cada uno de los distribuidores. Éste es el gran reto de Mazda”.

Y lo cierto es que Ikuo Maeda ha convertido este reto en su misión de vida. Desde que se incorporó a la empresa en 1982, con tan solo 23 años, ha sido testigo de su crecimiento y transformación. Además ha plasmado su firma en modelos tan importantes como el anterior Mazda2 o el RX-8 Vision con motor rotatorio. Momentos particularmente conmovedores para él y para su padre, Matasaburo, diseñador del original Mazda RX-7.

Se podría decir que los autos deportivos son un negocio familiar. Seguramente los principales esfuerzos de Mazda se orientan hacia el diseño de modelos para el gran público, pero Ikuo Maeda transmite un mensaje claro: compactos, SUV o deportivos, todos los Mazda seguirán consagrados al placer de conducir. “Mi misión es crear formas que inviten a conducir”, afirma. “Si tuviéramos que diseñar un vehículo sin conductor, un coche autónomo, la forma no tendría la menor importancia, pero mi idea es convertir al coche en un amigo, un compañero, uno más de la familia. Debe parecer un ser vivo y, por ello, el proceso de diseño reclama pasión y espíritu”.



Para Mazda, la conexión entre vehículo y conductor siempre será fundamental. “Un coche debe tener carácter, transmitir la sensación de que es una máquina. Y también poseer unas cualidades mecánicas”, añade Maeda.

Este relato cobró vida en el imponente diseño del Mazda RX-Vision. Desde su capó alargado y rebajado a la mínima expresión –gracias al tamaño compacto del motor rotativo– hasta su cabina consagrada al conductor –con su cambio de marchas manual–, el Mazda RX-Vision es una máquina con todas las letras. Una máquina irresistible que consigue estar a la altura de sus predecesores, sin apartar la mirada del futuro.

“El Mazda Cosmo de 1967 es la imagen de la pureza: tiene unas líneas limpias, sin demasiados elementos de diseño”, reflexiona Ikuo Maeda. “Con el Mazda RX-Vision he intentado simplificar el diseño al máximo, sin dejar de tener un toque de personalidad y movimiento. Algunos de los detalles están inspirados en el Mazda RX-7 FD. Los faros traseros y delanteros, por ejemplo, parecen ventanas emergentes pero no lo son. Son elementos que aportan carácter”. El proceso de diseño siguió el contrastado método introducido por Maeda con el lenguaje de Diseño Kodo –“Alma del Movimiento”. “Con el Mazda RX-Vision, pasamos casi medio año creando modelos de arcilla a mano, sin computadoras”, explica.