CONSTRUIDOS PARA PERDURAR (Y ADMIRAR)

No muchas personas pueden decir que compraron su primer auto, antes de poder siquiera manejarlo. El vendedor holandés Stefen Neuteboom es una de ellas. Heredar el carro de un familiar es algo muy común y Stefen, estaba convencido de que su primer coche sería un Mazda. Y por encima de todo, sería un clásico.

“En 2009, tenía 16 años y trabajaba en el Distribuidor Mazda de mi ciudad cuando escuché que el dueño de un Mazda 818 (muy difícil de conseguir) tenía en mente venderlo. Él lo había adquirido en 1973 y no había sido utilizado en más de 10 años. Sorprendentemente, el motor encendió al instante y en ese preciso momento, supe que  sería mío. Desde entonces, he limpiado el motor y retocado la pintura de la carrocería. Ahora está en perfectas condiciones y casi listo para rodarlo en carretera; incluso se encuentra en exhibición en mi trabajo”.

“¿Acaso lo venderé algún día? Suena tentador con todos los nuevos modelos Mazda que llego a conducir, pero, si algo sé, es que mi carro es casi irreemplazable… ya que tan solo existen 10 Mazda 818 en los Países Bajos”.